El reto
Debido a la complejidad de los requisitos, aún queda mucho camino por recorrer para que los coches sin conductor sean plenamente operativos. En particular, la detección de situaciones de tráfico complejas sigue siendo un reto y tiende a cometer errores. Los escenarios variados, con cambios en los usuarios de la carretera, cruces con poca visibilidad y condiciones ambientales y de visibilidad cambiantes, hacen que sea imposible que los coches autónomos actúen correctamente por sí solos.