El reto
Los coches modernos son cada vez más autónomos y dependen de un gran número de módulos electrónicos, como sensores y unidades de control. Deben funcionar de forma fiable durante muchos años en condiciones extremas como el frío, la nieve, la lluvia o el calor. La calidad de las uniones soldadas desempeña un papel fundamental, ya que conectan los componentes mecánica y eléctricamente. Sin embargo, bajo tensión termomecánica, existe el riesgo de que fallen las uniones soldadas y, por consiguiente, todo el módulo.